Nuevos retos
Apenas ayer hubo cambio en la Asamblea Legislativa y en una semana vamos a estar estrenando presidente y yo realmente tengo mucha fe de que las cosas van a mejorar en este tiempo. Sé que hay pocos partidarios del neoliberalismo y todavía menos partidarios de Arias, pero la realidad es que nos guste o no, tenemos un cambio inminente que involucra ambas cosas dentro de nuestro gobierno y de alguna forma hay que aceptarlos. Yo creo que lo mejor que se puede hacer, es ver los cambios con todo el positivismo del mundo y esperando cosas grandes. Erick decía que si uno le pide poco a la vida, la vida le da poco, así que es hora de pedirle bastante a la vida. De por si, si las cosas salen mal, nos queda la criticadera de consuelo. Pero es que de por sí, las cosas ya están bastante mal y pocos lo notan porque la mayoría vive en un espejismo de que todo está genial. Yo me acuerdo que antes la plata alcanzaba para más. Por ahí alguien me dijo que es que antes no había donde gastar tanto, la gente no se daba tantos lujos, pero hoy en día la realidad es esta y nos debería de alcanzar para lo que se consume hoy entonces. Así que, como dicen que soñar es gratis, yo quisiera soñar que Costa Rica va a volver a ser la misma de antes por que si no, la vara va a ser jalando.
Volvamos a construir esperanzas. Ya es hora de que dejemos de pensar que el gobierno nos va a dar todo, desde hace varias décadas que la empresa privada es la única que invierte en este país a nivel de infraestructura (aeropuertos, malls, hoteles, hospitales, y en algunos casos, carreteras). El gobierno se ha limitado a ser un ente fiscalizador que recauda impuestos y paga salarios y ya. El deterioro es notorio en muchos aspectos, especialmente en la Asamblea donde no se vió un norte político ya que cada partido piensó en sí mismo. Espero que lo que vos decís se cumpla y los nuevos diputados entren con toda la leche y no es aprobar leyes por aprobarlas sino crear un marco legal que regule lo que deba. Pero de algo estoy seguro, y es que no quiero jalar de acá e irme donde el tío Sam.