La paradoja de la fe (II parte)
He seguido pensando sobre el tema de la fe y los comentarios de TCJ pero en realidad yo sigo creyendo en que debe haber alguna forma de basar nuestra fe sustentada a su vez con la razón. No obstante, desde nuestra perspectiva occidentalizada siempre llevamos las de perder porque por ejemplo me encontré con una frase de Martín Lutero que dice que: "la razón es el principal enemigo de la fe" y ya desde ahí creo que empezamos mal porque de hecho Martin Lútero es el principal fundador del movimiento protestante que tantos adeptos ha ido ganando con el pasar de los años. De hecho este modelo ha inundado el pensamiento actual y ha calado lo suficiente en el incosciente colectivo de mi generación como para tomarlo como algo significativo. Sin embargo, por otro lado tenemos a Gandhi que definitivamente con su modelo oriental nos dice otra cosa más alentadora: "la fe debe ser reforzada con la razón, cuando la fe se vuelve ciega, se muere". Es por eso que me gusta más este enfoque y personalmente quiero pensar en la fe como en algo que uno puede seguir basado en sus instintos y corazonadas, pero también basado en la razón y en una decisión que se toma deliberadamente por cada persona. Cada uno tiene el derecho y también la obligación de escojer lo que debe creer basado en su propia "visión" del mundo.
Es que la fe en sí es técnicamente imposible. No se puede tener fe en algo que no ha sucedido.
La biblia dice algo como que la fe es “la seguridad de cosas que no se han visto”. Eso no es fe, es credulidad.
Fe es cuando, en base a experiencias anteriores, podemos decir que estamos seguros de que algo pasará.
Por ejemplo, yo tengo fe de que el motor de mi carro arrancará porque hasta hace unos minutos funcionaba sin problemas, lo que me hace sospechar que todo anda bien y por ende lo que espero se cumplirá.
Pero eso de esperar cosas mágicas, imposibles, ilógicas, que parecen más de ciencia ficción que de la vida real, pues no. Eso no es fe, es credulidad.