Cómo cambian las cosas
Yo me acuerdo que hace algunos años, cuando yo estaba en el cole… después de clases siempre me iba a jugar basket y siempre había mucha gente en los parques y plazas de San Pedro y Guadalupe. A veces, hasta era dificil encontrar dónde jugar porque en todo lado habian ciertas elites que se pasaban todo el día jugando y entonces para poder darle, había que jugar contra ellos y era rapidito que lo mandaban a uno a sentarse…. Que buenos días aquellos… de hecho, yo con toda la ilusión del mundo y con el afán de hacer ejercicio, inflé la vieja bola de basket y empecé a buscar donde ir a jugar y me llevé una super sorpresota, porque resulta que ya casi no quedan canchas de basket ni en San Pedro ni en Guada… Casi todas están abandonadas o están convertidas en zonas de práctica libre de skate. Este finde, la única cancha que encontré disponible con aros y tablero estaba llena de chavalillos que no hacían para nada deporte, solamente estaban ahí reunidos fumando mota, tomando guaro y diciendo malas palabras. O sea, pasó de moda el basket y nunca me di cuenta y ahora resulta que los dos deportes que más me gustan, el basket y el tennis, son casi imposibles de practicarlos si no estoy metido en ningún country club… Por ahora, creo que lo único que me queda es seguir yendo a esa cancha y jugar de manera que pueda esquivar a los mafufillos en patineta.
Las cosas cambian. Aunque a veces no tanto. No has pensado que en tus tiempos de cole, tal vez “los otros”, los señores de la época los veían como los mafufillos con la bola…¿?