Mientras yo estaba esperando en el pasillo, la doctora llegó donde yo estaba y me saludó. Me dijo que me quería tomar unas fotos de los ojos y entonces ahí como pude me senté y me tomó varias fotografías. Luego me dijo que en vez de 3 milimetros, había decidido mejor cortar 2.5 milimetros en los nervios para arreglarme el "estrabismo". Yo como no conozco de esos detalles tan efímeros entonces me volví a acostar y en asunto de minutos ya estaba dentro del quirófano.
Ahí me taparon bien con una cobija (por dicha porque hacía mucho frío) y solamente el brazo donde tenía la vía (por cierto, cómo dolía esa cosa) lo dejaron por fuera y lo pusieron encima de algo, era como una basecita. De pronto llegó una señora y me preguntó "que si estaba nervioso"… yo le dije que "no"… es que ya para eso yo ya estaba realmente confiado y tenía mucha fe en Dios de que todo iba a salir muy bien y ella me dijo que estaba muy bueno porque ella "si estaba nerviosa" y entonces me preguntó que si sabía quién era y ante la negativa de mi respuesta ella dijo que era "la anestesista que había venido a dormirme" (bonita cosa que le dicen a uno). En fin… resultó que en eso que me estaba haciendo las preguntas empecé a sentir mucho frío en el brazo, una sensación muy fea y la señora dijo que yo iba a empezar a sentirme con sueño y efectivamente no pasaron ni 5 segundos y no es que me dio sueño sino que súbitamente mis ojos se cerraron y no sentí nada más…
De inmediato… digamos que en unos 5 segundos más, según yo (dicen que la realidad es una percepción), volví a sentir nuevamente, pero ya no pude abrir los ojos… los tenía tapados y me costaba un poco respirar… sólo podía oir un "beep" continuo y unas personas hablando de fondo… Empecé a respirar profundo, además, como no podía ver nada, el respirar profundo me hacía sentirme vivo y entonces me aferré a eso… Ya saben, loqueras de uno… Luego me preguntaron que por qué respiraba así y yo dije que era porque me dolía la garganta, pero aunque sí me dolía un poco, realmente la razón no era esa.
Luego recuerdo que me metieron un par de inyecciones y ya para entonces empecé a respirar normal y de pronto empezaron a mover la camilla y comencé a sentir el camino de vuelta… Como ya lo había recorrido en el sentido contrario, empecé a imaginármelo aunque esta vez se me hizo mucho más corto, probablemente menos angustiante.
Dolor, la verdad no sentía. Tal vez una que otra molestia. Pero igual me pasé solito a la camilla y de inmediato me repuse y como tenía el mapa mental del lugar, lo primero que hice fue quitarme la bata sexy verde y ponerme la camisa azul y pantalon corto blanco porque era más cómodo… además que ya finalmente podía usar ropa interior! Jejeje! (es que antes estaba prohibido).
Después de cambiarme la ropa y como no había comido en todo el día, me tomé un cafecito que me habían dejado antes. Conste que yo nunca tomo café, pero les puedo asegurar que ese fue el café con galletas crema, más ricos que me he comido en la vida.
El tiempo ahora se me fue mucho más rápido que antes. Además cuando me sentía aburrido me levantaba y al tener una imagen clara del lugar podía hacer varias cosas. La gente siempre me preguntaba que si ocupaba ayuda, pero en todo momento me la pude jugar super bien gracias a Dios.
En la nochecita, trajeron la comida. Esto fue algo que no pude ensayar del todo y no tenía idea de cómo le iba a hacer… El que me trajo la comida me dio un curso intensivo de la ubicación del plato y el vaso de fresco y dentro del plato me dio la ubicación del arroz, los frijoles y la carne. Aunque no me crean, me la jugué super bien y pude dominar este nuevo reto. Aunque no les miento… a veces sólo podía agarrar cucharadas llenas de arroz únicamente, o sólo de frijoles… pero bueno, fue parte del proceso, la verdad estuvo vacilón. Luego me lavé los dientes y me puse a oir historias de mis compañeros de sala.
El tiempo como les digo se me fue volado y como a eso de las 11:00pm que pensaba dormirme, uno de los viejitos de la sala de la par empezó a llamar a la vieja de él, y luego empezó a llamar a otros familiares y conocidos y entonces los llamaba tan fuerte que creo que se escuchaban por todos los pasillos del hospital y eso provocó que nadie pudiera dormirse.
La verdad eso no estuvo tan mal, porque al día siguiente, fue que vino lo peor de todo…
Muy interesante toda esta historia, gracias a Dios todo salió bien