Pasé a hacer otra fila, donde luego llegó una enfermera y recogió a todos los que estabamos esperando con esta ropa. No era difícil saber cuáles éramos porque definitivamente no había nadie con ropa tan vistoza y arrugada en el lugar. De hecho, si hay algo que estoy completamente seguro es que en el hospital uno pierde todo el glamour… además del pudor.
En fin… la mayoría de la gente que estaba esperando se notaba muy enferma y de hecho casi todos tenían dengue, yo realmente era el único que me veía sano y por eso casi todo mundo me preguntaba cuál era mi problema. Yo siempre les contaba con detalles pero nunca nadie lo entendía bien hasta que una muchacha toda linda dijo, "ah, es que vos sos bizco y te van a curar". De ahí en adelante, cuando alguien me preguntaba como se llamaba mi problema, en vez de darles tecnicismos, me limitaba a decir, es que me van a operar para quitarme lo bizco. Santo remedio.
Cuando llegué me dijeron que no había camas listas, básicamente había que tenderla y ya, entonces yo dije… "no se preocupen yo los espero", entonces me mandaron a una sala de tele, donde irónicamente no había televisión, mientras esperaba el ratito que les tardaba alistar la cama… Yo hubiera creído que sólo tenía que esperar media hora así que no había problema.
Mientras esperaba, de hecho pasaron repartiendo comida y me dieron de comer y aunque la gente siempre se queja de la comida de los hospitales, a mi realmente me fue super bien. La comida estuvo buenísima todas las veces. Lo único que nunca me gustó fue el fresco, pero bueno, tampoco nos vamos a poner tan "cuitas" a estas alturas de la vida.
Resulta que alistar la cama les tardó 4 horas, así que me fueron pasando hasta las 3:30 de la tarde. Me hubieran dicho que duraban tanto alistando la cama y hasta yo me hubiera ofrecido para alistarla yo mismo en vez de estar haciendo tonto ahí en la "sala de tele que no tenía tele" y tras de todo para terminarla de hacer, me había llevado un teléfono celular, diferente al mío, y al final fue una complicación para conseguirlo y al final de nada sirvió porque desgraciadamente, no hay señal en el hospital, así que el teléfono me lo llevé casi a pasear y tampoco me pude entretener ni siquiera con eso.
En fin… Esa tarde, aparte de esperar no pasó nada bueno, sólo hasta la noche que nos dieron una charla de los cuidados que hay que tener en la casa cuando uno está en recuperación, la cual me pareció muy buena y además nos dieron el orden de las cirugías y como iban en orden de edad, a mi me tocó de último. Obviamente empezaban con los más viejitos de primero, pero es que la media de edades de las personas que se operan la vista, puede rondar por arriba de los 55.
De hecho, a todos los iban a operar un solo ojo y yo era el único afortunado al que le iban a operar los dos ojos a la vez, lo cual me lo dijeron en la pura mañana y bueno, de todos modos yo ya estaba tan confiado y seguro y tenía tanta fe que la verdad yo estaba super tranquilo y hasta me comí la comidita de la noche con muchas ganas… era un pollito frito buenísimo… no tienen idea… y es que mi mamá me dijo que me comiera todo lo que me dieran, porque antes de la operación no iba a poder comer nada y entonces era mejor arrasar con todo. (Como a mi mamá la han operado tantas veces entonces yo a ella le hice caso a todos los consejos que me dio.)
Esa noche, milagrósamente pude dormir tranquilo y me quedé esperando al día siguiente el cual, era el día de verdad y del cual ya no había vuelta de hoja…
El toque del bizco estuvo buenisimo!!! En lugar de decir el famoso estravismo , pero tranquilo a todo el mundo le pasa , cuando estoy cansada mi ojo se va a hacer un viaje astral por toda la parte blanca y cuando regresa no se mueve de ahi nisiquiera para ver lo que no debo.
El relato cada vez está mas interesante