Cita en el quirófano (III parte)

Ya llegó el día de la operación… sin embargo el período antes de ella fue toda una odisea. Creo que no es lo mismo cuando a uno lo operan de inmediato o de emergencia que cuando es algo que está programado desde hace tantos días. El período de espera se convierte en algo caótico. Yo recuerdo haber tenido pesadillas por lo menos 3 semanas antes. A veces ni siquiera podía dormir por estar pensando en eso y en el día, no me podía concentrar en mi trabajo o en otras tareas.

De verdad que fueron días de mucha angustia porque yo tenía 3 miedos. Primero, tenia temor de que a la Dra. se le fuera a pasar un poco la mano y en vez de arreglarme el estrabismo, me lo fuera a correr hacia afuera… Es decir a mi el ojo izquierdo se me corría hacia la nariz, entonces yo tenía miedo de que al salir de la cirugía el ojo empezará a agarrar totalmente al lado izquierdo.

Además, tenia un poco de miedo de que las cosas fueran a complicarse, uds. saben, uno en media cirugía y que de pronto le de a uno una vara rara y se vaya en el ride. En fin… este era el menos probable pero igual no dejaba de causarme temor.

Finalmente, tenía miedo de la anestesia porque como era anestesia general, había leído que uno entra en un trace loquísimo, y desgraciadamente según las estadísticas, 4 o 5 de cada 1 millon de pacientes que se someten a cirugías no despiertan nunca solamente por los efectos de la anestesia. Por eso de hecho, es un trabajo bien remunerado y de ahí la carencia de profesionales en el area.

Y bueno… por todo lo anterior, fue que pasé el fin de semana antes de la cirugía, sentado en la casa meditando sobre algunas cosas y luego me fui a caminar y a jugar basket para así despejarme un poco y creo que estos ratitos de esparcimiento junto con la ayuda de muchos de mis amigos y su apoyo, ademas de la fe que tenía, fueron los que me ayudaron a que me sintiera mejor y por lo tanto, ya faltando unos 3 días, yo estaba mucho más seguro y confiado y la verdad ya a esas alturas creo que le había perdido el miedo al asunto o por lo menos, había perdido por completo la noción de la magnitud de la cosa.

Y ahora sí… prueba superada… finalmente llegó el día y yo me levanté en la madrugada, como siempre que me tocar ir a Limón pero esta vez, a diferencia de las anteriores, llevaba un bultito con algunas cosas que me habían dicho que eran muy importantes allá. Básicamente, lo más importante fue llevar un paño y cepillo de dientes, el resto creo que no se necesita tanto, pero igual ahí iba yo con mis cosillas.

Llegué temprano al hospi y después de hacer el super filón de siempre, me dieron mi expediente y me puse a hacer la segunda fila y por lo tanto ya estaba cada vez mas cerca de la hora…

No habia estado yo ni 45 minutos en la fila del consultorio cuando de pronto la doctora salio y grito mi nombre. Yo en eso me metí donde la doctora y entonces ella agarró mi expediente junto con los exámenes que me había enviado que me hiciera una semana antes y los puso juntos. Luego me tomaron la presión y me contaron que dos personas no se podían operar… uno porque llegó con la presión muy alta y el otro porque tenía problemas de azúcar y ninguno habia sido diagnósticado anteriormente de eso. A ambos los pusieron bajo tratamiento y les cambiaron la fecha de la cirugía… a mí me dio mucho pesar por esta gente que perdió su campo, al menos temporalmente, pero entonces en ese momento me lo estaban asignando a mí y por eso me llenaron un papel con una orden para internarme y a partir de ese momento estaba yo como dicen con un pie afuera y otro adentro del hospital y solamente tenía que esperar a un mensajero para que me escoltara a la sección de admisión y el resto de la historia… se queda para la próxima…