Como la luz seguía dando problemas, la carencia de semáforos provocó una de las peores presas que me he encontrado en las calles y por lo tanto duré como 1 hora y media llegando a mi casa (donde habitualmente duro menos de 20 minutos haciendo el recorrido).
Esa angustia de estar metido en una presa me hizo recordar los también infames momentos aquellos de cuando trabajaba en Grupo Premier y que tenía que venir a dar clases a la UCR.
A este brete últimamente lo tengo muy presente porque tengo una paginilla por ahi que tengo que actualizar y que he estado guardándola porque en general en la parte de trabajos voy a hacer un reajustito pequeño…
En fin… el punto es que el día de ayer que se fue la luz, al final de cuentas estuvo vacilón volver a vivir todas esas cosas del pasado y por otro lado me quedé hasta con ganas que se vaya la luz más seguido para ver si acaso nos podemos salir un poquito de la rutina.
El resultado final… me acosté tempranísimo… como a las 9:00pm y feliz de haberme quitado unos añitos de encima, aunque sea por unos cuantos minutos. ;o)
Ay la cochina envidia que embarga mi corazón ponzoñoso.